Comentarios a algunos de los apuntes de W. Turner
CXVI
Deterioro del cuerpo: perdida progresivas de la vista, dolor en uno de los pies, dificultad para mantener el tronco erguido, inadecuado comportamiento donde haya más de tres personas, baja tolerancia a los condimentos, irritación de la cadena sanguínea, palpitaciones, erupciones exquisitas en la frente, en los talones y en los dedos de los pies, problemas digestivos, insomnio. A cada uno de restos desencantos le he atribuido un color.
Se pueden hacer diagnósticos con la descripción que hace de sus dolencias: cataratas, gota, artrosis, síndrome de Asperger, dispepsia, hipertensión arterial, dermatitis, psicótico...pero por sus obras un verdadero genio (Dr. G. Prieto Toubes)
CXX
El dolor en uno de mis pies (el izquierdo), por ejemplo, tiene atribuciones del verde, pero en un registro bajo, muy bajo, como el grosero verdín, ya pasado, que se encarama en las grietas. Trabajo sobre ese color intensamente durante semanas buscando exorcivamente variarlo en su composición, no hacia el ocre (que bien está como trastorno digestivo) sino hacia la primera gracia que muestra el rosa opaco.
Psicosis Paranoica?
CXXII
Leí una vez en Finomeno que había una correspondencia entre la enfermedad y color. He seguido estas tendencias modernas, no tanto por arrimar mi intuición al arte de la medicina, sino como una continuación de mi oficio. Nos curamos con los que enfermamos.
Curiosa teoría patogénica y terapéutica.
132
Los maestros holandeses me han dado una pequeña idea: cerrar los ojos.
CLXXI
Ayer fui a la barbería que está cercana al Ponte delle Tette camino a la iglesia de San Cassiano. El babero es un hombre con una enorme nariz enfermiza (los veintiséis bocetos serán clasificados y rotulados como "estudios sobre una rinofima"). Hubiera querido tratar esa protuberancia de cerca, si fuera posible con lentes de fuerte aumento. En el descanso, sobre el pequeño hueco que antecede a la curva exponente de pulpa carnosa, un extraordinario ramillete de pequeñas venas violáceas sobresalía; un espectáculo que la propia enfermedad brindada como testimonio de su estrago. La belleza de ese racimo era atroz y conmovedora. Había visto algo semejante en los hongos que proliferan en los maderos del muelle; y así como en aquella oportunidad volví con una espátula a los muelles para llevarme el acontecimiento a mi taller, habría querido esta vez arrancarle al barbero ese tesoro de su nariz para llevármelo y tratarlo, hasta obtener la aprobación de Reynolds.
Está claro que era un gran aficionado a la medicina. Describe magníficamente el rinofima.
225
No les daré lo que esperan de mí. Destruyan mis dibujos. Arrojen al mar mis apuntes.
Olviden mis pinturas. Partiré hacia donde no me esperen. Viajaré sujeto a la misma tempestad que azota mi alma. Nada detendrá mi anhelo de respirar el aliento de Dios (1).
(1) Posible alusión al famoso viaje atado al mástil de un barco durante un tempestad protagonizado por Turner.
tempestad que azota mi alma... Crisis ansioso-depresivas?
297
Mi madre me despertaba a primera hora del día con un pedazo de luz; Dios estaba en sus rodillas sin hacer ruido: Mi casa era silenciosa.
Deterioro del cuerpo: perdida progresivas de la vista, dolor en uno de los pies, dificultad para mantener el tronco erguido, inadecuado comportamiento donde haya más de tres personas, baja tolerancia a los condimentos, irritación de la cadena sanguínea, palpitaciones, erupciones exquisitas en la frente, en los talones y en los dedos de los pies, problemas digestivos, insomnio. A cada uno de restos desencantos le he atribuido un color.
Se pueden hacer diagnósticos con la descripción que hace de sus dolencias: cataratas, gota, artrosis, síndrome de Asperger, dispepsia, hipertensión arterial, dermatitis, psicótico...pero por sus obras un verdadero genio (Dr. G. Prieto Toubes)
CXX
El dolor en uno de mis pies (el izquierdo), por ejemplo, tiene atribuciones del verde, pero en un registro bajo, muy bajo, como el grosero verdín, ya pasado, que se encarama en las grietas. Trabajo sobre ese color intensamente durante semanas buscando exorcivamente variarlo en su composición, no hacia el ocre (que bien está como trastorno digestivo) sino hacia la primera gracia que muestra el rosa opaco.
Psicosis Paranoica?
CXXII
Leí una vez en Finomeno que había una correspondencia entre la enfermedad y color. He seguido estas tendencias modernas, no tanto por arrimar mi intuición al arte de la medicina, sino como una continuación de mi oficio. Nos curamos con los que enfermamos.
Curiosa teoría patogénica y terapéutica.
132
Los maestros holandeses me han dado una pequeña idea: cerrar los ojos.
CLXXI
Ayer fui a la barbería que está cercana al Ponte delle Tette camino a la iglesia de San Cassiano. El babero es un hombre con una enorme nariz enfermiza (los veintiséis bocetos serán clasificados y rotulados como "estudios sobre una rinofima"). Hubiera querido tratar esa protuberancia de cerca, si fuera posible con lentes de fuerte aumento. En el descanso, sobre el pequeño hueco que antecede a la curva exponente de pulpa carnosa, un extraordinario ramillete de pequeñas venas violáceas sobresalía; un espectáculo que la propia enfermedad brindada como testimonio de su estrago. La belleza de ese racimo era atroz y conmovedora. Había visto algo semejante en los hongos que proliferan en los maderos del muelle; y así como en aquella oportunidad volví con una espátula a los muelles para llevarme el acontecimiento a mi taller, habría querido esta vez arrancarle al barbero ese tesoro de su nariz para llevármelo y tratarlo, hasta obtener la aprobación de Reynolds.
Está claro que era un gran aficionado a la medicina. Describe magníficamente el rinofima.
225
No les daré lo que esperan de mí. Destruyan mis dibujos. Arrojen al mar mis apuntes.
Olviden mis pinturas. Partiré hacia donde no me esperen. Viajaré sujeto a la misma tempestad que azota mi alma. Nada detendrá mi anhelo de respirar el aliento de Dios (1).
(1) Posible alusión al famoso viaje atado al mástil de un barco durante un tempestad protagonizado por Turner.
tempestad que azota mi alma... Crisis ansioso-depresivas?
297
Mi madre me despertaba a primera hora del día con un pedazo de luz; Dios estaba en sus rodillas sin hacer ruido: Mi casa era silenciosa.
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